Invitamos a los participantes a una indagación sobre nuestra propia naturaleza humana. ¿Quiénes somos? ¿Quién soy yo realmente? Tal vez sea una pregunta extraña.

Aquí es donde la mayoría de las escuelas y universidades, los cursos de liderazgo o de formación de equipos se quedan cortos. ¿Por qué se quedan cortos? Porque asumimos que ya sabemos quiénes somos: mi cuerpo, mi historia, mis creencias y relaciones, etc. Y es cierto que nuestro condicionamiento y expresión individuales son únicos.

Sin embargo, existe otra dimensión dentro de nosotros, pero la mayoría de nosotros no somos conscientes de ella; podemos llamarla nuestro ser o presencia esencial, o simplemente el Ser. Es impersonal, atemporal e igual en todos los seres sensibles. Es la más natural dentro de nosotros mismos. Desde aquí se perciben los pensamientos, los recuerdos, los deseos, las acciones y las reacciones.

Cuando descubrimos esta dimensión dentro de nosotros mismos empezamos a sentirnos muy bien, profundamente satisfechos, en casa y estables. Descubrirla experiencialmente tiene el poder de bendecir todos los aspectos de nuestra expresión. A medida que te das cuenta de que ya estás realizado dejas naturalmente de correr detrás de objetos fuera de ti. Puedes seguir disfrutando de las cosas de este mundo, desempeñar tus roles, pero con más compasión, promoviendo naturalmente la armonía.